martes, 29 de octubre de 2013

ASÍ VIVIMOS BASAVILBASO...

B”H
Queridas familias:                                                                                                 
Todos teníamos una gran expectativa por el gran viaje que estábamos a punto de 
realizar… ¡y cómo expresar en pocas palabras la hermosa experiencia vivida junto a nuestros queridos chicos! Con mucha alegría llegamos a Entre ríos cruzando el Complejo Ferrovial Zárate- Brazo Largo, nos organizamos rápidamente en las habitaciones del Hotel, y emprendimos la visita a “El Palmar”, el corazón de la naturaleza entrerriana. Allí aprendimos a conectarnos con el sonido del viento, de los palmares, de los árboles y a estar atentos a los diversos animales que se pudieron visualizar por el camino, ¡¡Carpincho a la vista!! ¡¡Bandada al centro!!La energía iba creciendo, para continuar con juegos nocturnos en el jardín del hotel y saber que el siguiente día iba a estar repleto de nuevas aventuras.Nuestro gran objetivo estaba a punto de cumplirse, conocer la Colonia de Basavilbaso, encontrarnos  con nuestro pasado, con nuestras raíces y con Teresa, hija de los primeros inmigrantes judíos que llegaron a la Tierra de Entre Ríos a construir un futuro, manteniendo la fidelidad a sus tradiciones y costumbres. ¡Cuánta emoción fue recibir la visita del Rab Benchimol y del Rab Abi Chueke! Ambos enriquecieron la propuesta educativa y ni se imaginan cuando el Rab abrió un cajón y encontró un shofar, lo tocó y entonamos todos juntos Selijot. Las lágrimas de Teresa corrían por sus mejillas ¡Cuánta felicidad!Luego de esta visita nos dirigimos al Palacio San José, el lugar donde habitó El Gral. Justo José de Urquiza, uno de los héroes entrerrianos de mayor envergadura, un lugar lleno de historia, una joya arquitectónica; las habitaciones, los salones, la cocina, pasillos y las galerías, siguen intactas. Es imposible olvidar el Museo Histórico Nacional de San José, un lugar rico en experiencia, remodelado por visionarios voluntarios, lleno de tradición regional y nobles sentimientos. Este museo es un centro de aprendizaje, que informa, a veces silencioso, sobre cómo se hicieron las cosas en otro tiempo.Fueron tan sólo, tres días, dos noches… pero días intensos de amistad, camaradería,juegos, alegría y risas.Fueron tan sólo, tres días, dos noches… pero estamos seguros que este viaje quedará atesorado en el corazón de los chicos.Fueron tan sólo, tres días, dos noches… pero cada paso dado por los suelos entrerrianos ha servido para comprender la importancia de informarnos, de investigar nuestras raíces, la historia de Israel y la de nuestro país y, en particular, conocer el fenómeno de la diáspora, para saber y entender el secreto de nuestra existencia, el secreto de Am Israel.

¡Fue maravilloso compartir cada momento junto a los chicos!